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El cuidado de las personas mayores es un tema que nos interesa a todos

La ayuda a las familias con padres y seres queridos mayores que necesitan apoyo en España, requiere asistencia de personal cualificado y con referencias, sin que exista el temor de confiar en personas que no son competentes. Es ideal contar con un servicio de calidad que se ocupe de la búsqueda y selección de cuidadores y asistentes por horas para ancianos, enfermos y discapacitados.

Cuidado de ancianos en casa

No se puede negar: a cada uno de nosotros nos gustaría quedarnos en casa cuando estamos enfermos, para continuar con nuestros hábitos y el ritmo de vida a los que estamos acostumbrados, disfrutar del ambiente familiar que sólo el hogar en el que hemos vivido durante años puede garantizar.

Ninguna persona mayor aceptaría de buen agrado ser ingresada en una residencia de ancianos, a pesar de que a menudo se trata de instalaciones punteras, tanto desde el punto de vista tecnológico como terapéutico y asistencial.

Cuidar a los ancianos en casa significa mejorar la calidad de vida del beneficiario

Además, poder cuidar de un paciente encamado o dependiente en casa, proporcionándole todo el apoyo que necesita, puede marcar la diferencia, especialmente en un momento delicado de su vida.

Por eso, para muchas personas poder contar con un cuidado de ancianos a domicilio ha marcado y sigue marcando la diferencia. Elegirlo significa evitar consecuencias desagradables. 

No es casualidad que en los dos últimos años un número muy elevado de personas haya optado por contratar la asistencia a domicilio para personas mayores.

Asistencia a domicilio para personas mayores: las ventajas

La figura del anciano como persona frágil que requiere apoyo constante es una cuestión que aborda Mayoralia mediante la prestación de servicios de calidad adaptados a las necesidades de la persona asistida y de su familia.

Una parte importante de sus intervenciones se dirige precisamente a la asistencia a los padres ancianos, con servicios capaces de satisfacer las necesidades de la persona mayor que es temporal, parcial o totalmente no autosuficiente.

Cuando la carga de la familia en el cuidado de la persona mayor corre el riesgo de hacerse insoportable (debido, por ejemplo, a los compromisos laborales y personales) también puede plantearse una cuestión necesaria, a saber, la elección entre el cuidado de la persona mayor en casa o en una residencia.

Veamos otras ventajas que son dignas de tomar en cuenta si te encuentras en una disyuntiva relacionada con dejar a un familiar anciano en una residencia o solicitar ayuda a domicilio: 

Los geriatras recomiendan la asistencia a domicilio

Por una sencilla razón: una residencia de ancianos, de hecho, obliga al padre anciano a permanecer en un lugar desconocido y, por tanto, poco familiar, lo que suele aumentar el estado de confusión y desorientación.

La atención domiciliaria, en cambio, es eficaz para evitar la hospitalización, favoreciendo la permanencia en el propio entorno familiar con beneficios desde el punto de vista psicológico y terapéutico.

Además, se trata de un servicio muy personalizable en el que es posible elegir tanto el tipo de atención (desde la simple asistencia diaria hasta la higiene y el vestido) como el tiempo que se le va a dedicar (como en el caso del cuidador nocturno, que sólo atiende a la persona asistida durante la noche o del cuidador por horas, necesario para tramos cortos de tiempo).

La asistencia a domicilio para personas mayores se convierte así en la solución perfecta para permanecer cerca de su ser querido mayor, conciliando al mismo tiempo su necesidad de permanecer en un entorno familiar y preservando sus hábitos.

Los costes son más moderados

Es evidente que contratar a una persona capacitada para la asistencia geriátrica será mucho más económico que solicitar los servicios de una residencia de mayores. Sin embargo, todo dependerá de las condiciones y realidades de cada familia. 

Pero, si en el hogar hay espacio suficiente y es posible mantener al familiar cerca, esta alternativa es la más recomendable. Por otro lado, se aprovecha para crear vínculos especiales con la persona cuidadora. Si se acude a empresas responsables y de trayectoria en este tipo de labores, la experiencia seguramente será muy gratificante. 

También es importante analizar si la asistencia debe ser prolongada o por horas. Este es otro factor que determinará los costes de tal servicio. Cuando se acude a una residencia, por lo general, hay que adaptarse a tarifas preestablecidas, pero con una atención domiciliaria y personalizada, es posible llegar a acuerdos que favorezcan a ambas partes. 

La atención domiciliaria aumenta la esperanza de vida de la persona mayor

Por un lado, permite a los familiares del paciente estar más relajados y libres de muchas responsabilidades, mientras que por otro lado garantiza que la persona mayor siga viviendo en su casa, sin alterar su equilibrio psicológico y emocional.

Además, la familia del paciente se sentirá aliviada al saber que está constantemente vigilado y atendido por profesionales acostumbrados a no dejar nada al azar. 

En el caso de que el familiar mayor padezca de una condición que le impida su independencia, bien si es temporal o prolongada, se ha demostrado que la ayuda a domicilio facilita la recuperación del paciente y por ende, aumenta su esperanza de vida. 

Y es que mantenerse en un entorno más amigable, íntimo y familiar le confiere mejores niveles de confianza y seguridad al anciano, lo que le permite, por ende, preocuparse de manera exclusiva por su recuperación. 

También está comprobado que la soledad es un sentimiento que influye en el área psicológica de las personas. Mucho más cuando se trata de una persona mayor que requiere del cariño, los mimos y la atención de sus seres queridos. 

Al tenerlo en casa, aún con la ayuda de profesionales, le demostramos que realmente es importante tenerlo con nosotros y poder compartir momentos especiales con él, mientras tenga vida. 

De todas maneras, es importante insistir en que la realidad de las familias son diferentes, así que lo esencial ante todo es que la persona mayor esté bien atendida y con sus necesidades cubiertas, en lo que respecta a salud, tanto física como psicológica y emocional. 

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