Una de los principales motivos para instalar ventanas de aluminio es que estas aguantan todo el tiempo que se necesite sin sufrir deformaciones, pérdida de estanqueidad, modificaciones, curvaturas, deterioro de la apariencia o color y tampoco daños por exposición a las variaciones del clima.
Son en extremo resistentes al sol y al viento y no se dañan con el paso del tiempo. Un ejemplo de esto es el Empire State Building de Nueva York que tiene sus ventanas de aluminio originales y este emblemático edificio fue inaugurado el 17 de marzo de 1930.
Se usan en construcciones energéticamente eficientes con un núcleo o centro de material aislante como el PCV y como aceptan un estor a medida y dada la variedad de estas cortinas sobrias y de diseños limpios pueden usarse tanto en oficinas como en hogares apegados a los diseños arquitectónicos que se requieran en cada proyecto. Estos son los demás motivos para instalar ventanas de aluminio:
Aislamiento sin precedentes
Esta es una de las consideraciones más importantes a la hora de elegir una ventana porque las fugas de aire y el intercambio térmico se produce, en la mayoría de los casos, en puertas y ventanas.
La transmitancia térmica que ofrece el aluminio es una de las variables que se evalúan en la capacidad de aislamiento de un elemento de construcción y la de este material es óptima. Por eso se utiliza no solo en ventanas, sino en cierres de aluminio de balcones o terrazas incorporados a espacios internos para ampliar los metros cuadrados utilizables de la vivienda con habitaciones adicionales.
Si se considera el conjunto de la ventana marco, material aislante interior y vidrio, el análisis del aislamiento del aluminio con RPT o rotura de puente térmico es el de mayor calidad.
En consecuencia, la diferencia de ahorro de consumo energético entre los distintos materiales (como el PVC solo) es mínima, por no decir inexistente.
Por otra parte, las ventanas de aluminio proporcionan también el mismo nivel de aislamiento acústico que las ventanas construidas con otros materiales como PVC y otros polímeros. Sin embargo, el aluminio tiene una ventaja sobre otros: sus propiedades no cambian con el tiempo, a diferencia de las de otros que se flexionan y su color se desluce con el sol.
Ignífugo y no tóxico
Elegir ventanas de aluminio ofrece una excelente protección contra incendios. En caso de generarse fuego, este material es capaz de soportar temperaturas considerablemente más altas y, al contacto con las llamas, no producen gases peligrosos como otros materiales a base de sustancias sintéticas.
Este es uno de los motivos por lo que los ingenieros proyectan negocios y puertas de garajes de hogares con una persiana de aluminio, que es especialmente útil en almacenes de textiles, químicos y otros materiales delicados ante el fuego.
El aluminio tiene un punto de fusión de 680 grados centígrados y esto es superior al de la mayoría de los materiales usados en construcción.
Los incendios rara vez alcanzan estas temperaturas y solo ocurre cuando está muy avanzado y en este caso, el aluminio no arde, aunque sí puede deformarse, pero no contribuye a propagar el fuego.
La incombustibilidad del aluminio y su alto punto de fusión en cubiertas y techos permiten que el calor y el humo salgan del edificio, lo que reduce la tensión térmica (y su consecuente peligro) en componentes estructurales. Esto ayuda a prolongar el periodo de evacuación y facilita la operación de extinción.
Para cada uso y necesidad
Existen ventanas de aluminio para empresas, oficinas, industrias y hogares. Es un metal maleable y se puede trabajar en miles de diseños adaptados al proyecto estructural y arquitectónico. Además, van tan bien con cortinas y estores de cualquier modelo que la decoración no será un problema.
Es decir, se pueden hacer ventanas de aluminio para decoraciones clásicas o convencionales que se refuerzan con cortinas vaporosas y de estilo rural y también es posible crearlas industriales y minimalistas con estores enrollables y de corte simple para lograr ambientes más modernos.
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