Todas las leyes de vivienda tienen como finalidad abordar puntos significativos que puedan impedir el acceso a las viviendas. Las decisiones que se toman, inevitablemente, pueden afectar al mercado inmobiliario y, sin duda, a la vida de las personas. Por ende, la idea central de la Nueva Ley de Vivienda, es mejorar la vida del inquilino, velando especialmente por sus derechos.
Existe un proyecto llamado “Ley por el Derecho a la Vivienda” que se aprobó gracias al Consejo de Ministros y, posteriormente, por el Congreso. El proyecto habla, entre otras cosas, sobre la regulación de precios en los alquileres y nuevas protecciones contra el desalojo de personas en situación de vulnerabilidad.
¿Qué detalles se contemplan en la Nueva Ley de Vivienda?
La Nueva Ley de Vivienda refleja cosas bastante interesantes. El proyecto expone unas iniciativas para promover descuentos en los precios de los alquileres. Se trata de incentivos fiscales que el gobierno promete ofrecer a los propietarios que rebajen precios a los inquilinos.
La utilización de homming, el software para gestionar alquileres, se ha convertido en una elección popular entre los propietarios. Esta avanzada solución ofrece un sistema de notificaciones que proporciona información en tiempo real sobre cualquier actividad relacionada con los inmuebles en alquiler. La flexibilidad del software permite a los propietarios administrar sus propiedades de manera eficiente y cómoda, desde cualquier ubicación.
Dentro de los incentivos se encuentra, por ejemplo, el de la reducción de hasta el 80% del impuesto sobre la renta a los propietarios. Pero, para obtener este incentivo, es necesario que el alquiler no exceda el 30% de los ingresos del inquilino.
Asimismo, para favorecer la movilización de las viviendas vacías, el proyecto se centra en la creación de un sistema potestativo, a través del IBI (Impuestos Sobre Bienes Inmuebles).
Con esto último se busca establecer bonificaciones o recargos en la cuota íntegra del impuesto, en función de determinadas circunstancias, tales como el uso del inmueble, su ubicación geográfica o el nivel de renta del contribuyente.
Nuevas medidas en el precio del alquiler
Una de las claves surgidas de la Nueva Ley de Vivienda que más impacto ha tenido en los últimos días es la del precio del alquiler. Con el tope al alquiler se busca generar un precio máximo que el dueño de la propiedad puede establecer.
Está contemplado, actualmente, que el techo se establezca en un 2% para las viviendas en alquiler. Sin embargo, para el año siguiente, el índice suba a 3% para contrarrestar los daños causados por la inflación.
Estas medidas están contempladas, no solo para los propietarios de grandes tenedores, sino también para los pequeños propietarios y se concentrará en medir los contratos actuales del mercado, así como los nuevos. De este modo, todos los contratos de casas en el mercado se verán regulados por el topo al alquiler.
Es importante aclarar, asimismo, que los límites de la Nueva Ley de Vivienda se establecerán siempre según cada modalidad del contrato y propiedad. Por ejemplo, los pequeños propietarios recibirán la regulación con base en la indexación de la renta antigua.
En cambio, los grandes de grandes tenedores se regularán mediante el índice de contención de precios. Lo mismo ocurrirá con las viviendas anexadas por primera vez al mercado del alquiler, es decir, tendrán una regulación según el índice de precios.
Protección de personas vulnerables contra desahucios gracias a la Nueva Ley de Vivienda
Con la Nueva Ley de Vivienda se protege la dignidad y los derechos de las personas vulnerables, especialmente las familias.
Para velar por esto, se pretende crear un sistema de arbitraje donde se establezca un acuerdo entre arrendador y arrendatario para que las autoridades ayuden a los afectados con medidas de atención social. En cuanto a los desahucios imprevistos, es decir, aquellos donde no se notifican fecha, ni hora, quedan totalmente prohibidos y a merced de sanciones.
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