Conducir una moto es una de las sensaciones más agradables que podemos experimentar. Sin embargo, existen factores que pueden resultar un obstáculo sea que vayamos por la ciudad, o en carreteras. Uno de los más comunes es la lluvia. Conducir mientras llueve es todo un desafío, y no solo estamos expuestos nosotros, sino también otras personas y vehículos. ¿Qué hacer en esos casos? Aquí te daremos algunas recomendaciones a seguir.
Incrementa tu visibilidad
Para nadie es un secreto que la lluvia reduce al mínimo la visibilidad, no solo la nuestra, sino también la de otros conductores, por lo que se vuelve necesario tomar todas las medidas posibles. En estos casos, es necesario llevar ropa impermeable y también reflectante, de manera que sea fácil que otros nos vean. Por otro lado, podríamos utilizar un casco pinlock que evitará que se empañe la pantalla. Además, no olvides prender tus luces.
Conduce como si fueras invisible
¿Por qué es necesario conducir como si fuéramos invisibles para los demás? Esto significa que no debemos de fiarnos de ninguna maniobra que puedan realizar los otros conductores. Hacerlo de esa manera, sería como conducir a la defensiva, al mismo tiempo nos llevaría a pensar que cualquier conductor puede salir de alguna esquina sin que haya visto o sentido nuestra presencia. Recuerda guardar más distancia de lo habitual cuando vas conduciendo.
Maneja en moto lo más vertical posible
El asfalto mojado hace que los neumáticos se deslicen con facilidad por la pérdida de agarre. Debido a la poca adherencia se requiere la mayor superficie de contacto de nuestros neumáticos con el suelo. Es por ello que al manejar debemos ir despacio para así inclinar lo menos posible nuestra moto. En este sentido, lo más recomendable es que vayamos a una velocidad más reducida de lo que lo haríamos si fuéramos por una carretera seca.
Procura frenar con suavidad y anticipación
Un detalle que vale la pena destacar en este sentido, es que una moto va a tardar más en frenar que un coche porque aunque su peso sea menor, el punto de contacto con el suelo es mucho menor. Toma en cuenta que la moto solo tiene dos ruedas frente a las cuatro del coche. Cuando se conduce con lluvia hay que utilizar más el freno trasero que el delantero ya que si frenamos solo con el segundo, es más fácil que la rueda se bloquee y podamos caernos al suelo.
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