La luz azul es aquella que emiten los aparatos electrónicos como smartphones, ordenadores y tablets. La sobreexposición a la que las personas se someten día a día, cada vez acarrea más problemas de salud, como resequedad ocular, ojo seco o irritación.
En los últimos años, se escucha a muchos expertos de la salud visual hablar de los efectos nocivos de la luz azul y su relación con patologías como el ojo seco, la sensación de irritación y visión borrosa. Todos estos problemas han aumentado entre la población, lo cual ha provocado que salten las alarmas en las instituciones sanitarias.
Los ojos están expuestos a la radiación de la luz azul a diario, por lo que según datos de un estudio, cerca del 80% de personas adultas llevan a cabo tareas con diversos tipos de dispositivos digitales al menos durante dos horas al día, y de estos, un 59% ha podido notar síntomas de fatiga visual. Lo más preocupante de todo es que muchísimas personas desconocen los efectos de esta radiación, y por lo tanto, no saben cómo evitarla.
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¿Qué es la luz azul?
Tanto la luz natural como artificial están compuestas de diferentes colores, y cada uno de estos tiene una longitud de onda distinta. La luz azul forma parte de ese espectro visible y es la que se encuentra más próxima de la luz ultravioleta.
La luz azul tiene una onda de longitud corta, por lo cual, la córnea y el cristalino no son capaces de protegerse ante ella. Es importante resaltar que aunque las estructuras del ojo humano son muy eficaces ante el bloqueo de los rayos UV, este tipo de luz logra llegar directamente a la retina, por lo cual suele causar problemas como la sequedad ocular.
La principal fuente de luz azul está en el sol, pero los humanos también se someten a una sobreexposición por parte de las fuentes artificiales, como las luces led, las cuales forman parte de las pantallas de todos los dispositivos electrónicos (smartphones, tablets, portátiles, etc.)
Todos estos aparatos se utilizan en distancias cortas de los ojos, por lo cual el grado de exposición aumenta considerablemente. Además, si a esto se suma la cantidad de horas que se invierten en su utilización, el riesgo de padecer efectos secundarios como el ojo rojo, se vuelve aún mayor.
Patologías asociadas con la exposición a la luz azul
Los efectos de la luz cada vez se dejan ver más en la población y algunos pueden llegar a acarrear graves consecuencias a largo plazo. A continuación se presentan los más destacables.
Degeneración macular asociada con la edad
Esta es una patología degenerativa que afecta a la zona central de la retina o mácula. Las células que la componen no tienen la capacidad de regeneración, por este motivo, con la edad comienzan a perder su capacidad. Pasar mucho tiempo ante la exposición de la luz azul puede acelerar la desaparición de estas células y agudizar la aparición de síntomas como problemas en la visión central, los cuales pueden dificultar leer y captar detalles finos.
Fatiga y estrés visual
El Síndrome Visual Informático (SVI) suele aparecer cuando los ojos están expuestos a condiciones de mucha o poca luz y cuando se someten a continuos esfuerzos, como los de enfocar durante mucho tiempo. Suele aparecer en forma de ojos rojos, dolores de cabeza, sequedad y cansancio.
Alteración de ritmos circadianos
La radiación de la luz azul confunde al cerebro durante la noche y reduce la producción de melatonina, la hormona que se encarga de inducir al sueño. Por este motivo, afecta directamente el reloj biológico y hace que sea más difícil dormir.
La buena noticia es que evitar los efectos dañinos de la luz azul es muy sencillo, solo hay que hacer constantes descansos cuando se utilicen aparatos electrónicos y mantenerlos a una buena distancia, ajustar la configuración de pantalla y eliminar el resplandor. En el caso de que las consecuencias se encuentren muy desarrolladas, lo mejor será acudir a un experto y preguntar por las soluciones de Bañoftal, la marca experta en salud ocular en toda España.
Comunicación:
Kellenföl Ad.
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