Su proliferación se ha hecho patente a nivel global y, cada vez es más común encontrar establecimientos y plataformas especializadas en su comercialización. Por ejemplo, podemos encontrar CBD en PAIA Botanicals. El CBD ha logrado posicionarse como uno de los recursos más buscados en la red y sus aplicaciones abarcan el segmento de la cosmética pero, también el de la medicina natural.
Pero, ¿qué es exactamente? ¿Es cierto que los productos de CBD pueden utilizarse para paliar dolores? ¿Cómo se utiliza el aceite de CBD para el dolor crónico? A continuación, te hablamos de ello. ¡Presta atención!
El cannabidiol o CBD constituye uno de los componentes más interesantes de la planta de marihuana. Su presencia es especialmente elevada en el cogollo en donde puede alcanzar cotas de hasta el 45%. Es importante tener en cuenta que el CBD no es el único cannabinoide que podemos encontrar en la composición de la popular planta. De hecho, según los estudios, pueden encontrarse más de 113 cannabinoides distintos. La popularidad del CBD se debe a que reúne una gran cantidad de propiedades de alto valor terapéutico y que, además, tal y como reveló la OMS en 2019, no produce efectos psicotrópicos.
¿Cuáles son los beneficios del aceite de CBD para el dolor?
De acuerdo con la literatura científica disponible, el CBD podría intervenir positivamente en los episodios de dolor. Algunos de sus principales beneficios son:
- Actúa como bloqueador de la transmisión del dolor en la médula espinal y el cerebro actuando directamente sobre los opioides del dolor y los receptores vanilloides.
- Al poseer propiedades antiinflamatorias (uno de los principales factores generadores de dolor en el cuerpo humano) genera un efecto balsámico y calmante.
- Atenúa y reduce los efectos secundarios generados por episodios de dolor. Entre ellos, los cuadros de ansiedad, la tendencia a la depresión o las dificultades para conciliar el sueño.
- Contribuye a regenerar las células nerviosas y, por tanto, previene y ayuda a paliar aquellas sensaciones de dolor vinculadas con alteraciones y afecciones como la ELA (esclerosis lateral amiotrófica), el síndrome premenstrual, la fibromialgia o la esclerosis múltiple.
Cómo usar el aceite de CBD para el dolor
Si bien el CBD puede adquirirse en diferentes formatos y, por tanto, puede aplicarse a través de diferentes vías, es importante tener en cuenta que algunas de ellas no están reguladas en todos los países. Por ejemplo, en España no está permitido el consumo oral de CBD como tal y su uso, por el momento, queda restringido a su aplicación tópica o cutánea. Algunas de las fórmulas más comunes son:
Debajo de la lengua
El método sublingual consiste en aplicar aceite CBD (también puede hacerse con tinturas) debajo de la lengua. De hecho, es posible encontrar alternativas envasadas en frascos de cristal que incluyen cuentagotas para facilitar su dosificación. El principal punto fuerte de este método radica en la rapidez de los efectos. En general, suele actuar sobre el dolor en períodos de entre 30 y 45 minutos desde su aplicación.
Añadir a la comida
Lo más común es incluirlo en bebidas como zumos, tés o vasos de agua. El aceite de CBD puede utilizarse como ingrediente de cocina en una gran variedad de platos. También es habitual que se utilice como condimento o aliño de ensaladas o, incluso dentro de postres como brownies o pasteles. En estos casos basta con agregarlo a la mezcla y precalentar en el horno.
Esta forma de consumo es igualmente eficaz debido a que el CBD es un elemento activo y altamente biodisponible. Tras su ingesta nuestro sistema endocannabinoide reacciona a su presencia en, como hemos puntualizado en el epígrafe anterior, períodos de entre 30 y 45 minutos.
Poner en cremas y lociones
La aplicación cutánea o tópica del CBD es una de las más populares y ello se debe en parte a que se trata de una práctica globalmente legalizada. Las alternativas más comunes son en formato aceite pero, también es posible identificar propuestas en cremas o geles. Se trata de un método bastante efectivo, especialmente si de lo que se trata es de reducir dolores superficiales, musculares o muy localizados. Además, más allá de sus efectos analgésicos, sus efectos se extienden a otros aspectos como, por ejemplo, la hidratación de la piel o , como hemos mencionado anteriormente, la minimización de los cuadros inflamatorios.
Cápsulas
El consumo de aceite de CBD en formato cápsula es bastante cómodo y su funcionamiento es exactamente el mismo que el de cualquier suplemento dietético. Basta con consumirlo en momentos puntuales del día y de forma periódica junto con un vaso de agua y una dieta equilibrada. No obstante, en estos casos, sus efectos pueden tardar más tiempo en manifestarse en comparación con otros métodos como el método sublingual.
Estudios sobre el CBD y el dolor
La divulgación de estudios científicos ha hecho que, de forma inevitable, el CBD pase a adquirir una gran popularidad en el contexto nutracéutico. De hecho, más de un 60% de los consumidores de cannabidiol lo hacen para paliar o controlar los episodios de dolor. Además, es innegable que su presencia y relevancia en el ámbito farmacéutico también ha crecido.
No es extraño si tenemos en cuenta que ya existen evidencias empíricas que apuntan a que el CBD puede ser un recurso con altos potenciales calmantes y analgésicos en escenarios tan complejos como los efectos secundarios de un cáncer y otras enfermedades como la fibromialgia, así como en todos aquellos dolores que se producen en el sistema musculoesquelético.
A lo largo de los últimos años, el CBD ha continuado incrementándose, si bien es cierto que aún faltan algunas preguntas por responderse, especialmente en lo que respecta a sus mecanismos de acción. No obstante, existen suficientes indicios que parecen indicar que el CDB puede ser la llave a nuevas posibilidades en el tratamiento de aquellos pacientes que, por determinado tipo de circunstancias, se ven obligados a convivir con el dolor cronificado.
Uno de los más recientes ha sido llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de Syracuse y ha constituido uno de los primeros ensayos controlados con placebos que abordan concretamente los efectos del CBD en los episodios de dolor agudo. Las conclusiones ofrecen un amplio espectro de resultados que, sin embargo, parecen coincidir en el potencial del CBD para minimizar la sensación de malestar e incrementar el grado de tolerancia al dolor.
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