Rehabilitación visual y ayudas visuales, ¿cómo mejoran la calidad de vida?

Como bien es sabido, los ojos juegan un papel esencial en las personas y es por este motivo por el que hay que cuidarlos siempre. No obstante, ya sea por la edad o por el desarrollo de una enfermedad, en ocasiones, hay que acudir a especialistas para someterse a rehabilitación visual o tener ayudas en este terreno, sabiendo que todas ellas mejoran notablemente la calidad de vida.

Se puede decir que todas las partes del cuerpo humano son importantes, si bien es cierto, los ojos juegan un papel fundamental, de ahí que los expertos recomiendan darles los mejores cuidados. En este sentido, hay que decir que, a medida que pasan los años, es habitual que se vaya experimentando cierta pérdida visual y es entonces cuando se debe acudir a un especialista para que ponga el tratamiento adecuado.

Los problemas visuales pueden venir por diferentes motivos, uno de los más comunes es el paso de los años, pero también se pueden desarrollar otras enfermedades por causas congénitas o algún incidente que las haya provocado. Sin ir más lejos, algunas de las afecciones más comunes que necesitan rehabilitación o ayudas visuales son la degeneración macular asociada a la edad, el glaucoma o las cataratas.

Todas las personas que tienen alguna de estas enfermedades o que presentan baja visión deben contar con el tratamiento adecuado para mejorar su calidad de vida, teniendo en cuenta que, en la actualidad, hay muchos tratamientos específicos para cada caso, tanto de rehabilitación como de ayudas visuales en general.

¿Qué es la rehabilitación visual?

Cuando se habla de rehabilitación visual se está haciendo referencia al conjunto de técnicas cuyo principal objetivo es mejorar, lo máximo posible, el rendimiento de la visión. Este método ayuda a tener mayor capacidad visual permitiendo realizar acciones que, con anterioridad, no podían o tenían más dificultad para hacerlas. Lo que se hace es entrenar la visión del paciente a través de un programa específico de aprendizaje.

Diferentes tipos de ayudas visuales

Dentro de la rehabilitación visual hay que decir que existen diferentes tipos de ayudas visuales, sabiendo que, hoy en día, se pueden elegir dos modalidades principalmente, las ópticas y las que no son ópticas. En el caso de las primeras lo que hacen es producir una minoración de la imagen que se proyecta en la retina, ayudando, entre otras cosas, a aumentar el campo de visión, tanto de cerca como de lejos. Entre este tipo de ayudas hay que destacar los filtros selectivos, las lupas, microscopios, telescopios o sistemas biópticos.

Por su parte, las ayudas no ópticas son aquellas que facilitan el poder realizar las tareas cotidianas de manera más cómoda y sencilla, es el caso de los flexos de luz fría, los teclados o los teléfonos macrotipos.

En cualquier caso, todos estos tipos de ayudas mejoran de manera notable la calidad de vida, ya que permiten que las personas que presentan baja visión puedan recuperar gran parte de la misma y poder hacer lo que se denomina comúnmente, “vida normal”.

Las enfermedades más comunes que necesitan estas ayudas

Como se ha mencionado anteriormente, son muchas las enfermedades que puede padecer una persona y que afecta directamente a la visión, sabiendo que las más frecuentes son el glaucoma, DMAE y cataratas.

Glaucoma

Es un trastorno que daña el nervio óptico y en consecuencia, se pierde gran parte del campo de visión. Lo habitual entre las personas que padecen glaucoma es que presenten síntomas tales como visión borrosa, dolor de cabeza o enrojecimiento.

DMAE

Es la Degeneración Macular asociada a la edad y es habitual cuando los tejidos de los ojos van envejeciendo con el paso de los años. Tal y como su nombre indica, se asocia de manera directa a la edad, sabiendo que los que más lo padecen son los mayores de 65 años. La pérdida de visión y las formas desfiguradas son sus principales síntomas.

Cataratas

Es una enfermedad más frecuente entre los mayores de 50, que presentan una pérdida de transparencia del cristalino. Sus síntomas más habituales son la visión borrosa, fotofobia, pérdida de visión nocturna o el aumento de miopía.

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)