Los datos son elocuentes. 1 de cada 5 españoles cuenta con un servicio de seguro de salud privado, pero la intención de tenerlo elevaría esos datos de forma concluyente. Un seguro privado de salud es una necesidad que no se quiere necesitar, y que desde esa perspectiva debe tratarse.
En algún lugar rezaba una frase “es mejor tenerlo y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo”. Hay cosas en la vida que no se quieren ver o experimentar, y sucede de la misma manera con los problemas de salud. Cuando ocurren, que puede ser de forma abrupta o planificada, lo mejor es contar con las garantías de que se tendrá la ayuda necesaria, en profesionales y acompañamiento, para garantizar la recuperación y la buena salud de los suyos.
Cobertura en cantidad y calidad
Hay muchos servicios similares, pero el caso de Adeslas es notable, porque es una de las aseguradoras que tiene cobertura en absolutamente todo el territorio nacional, con casi 1.500 lugares especializados en la atención, distribuidos entre centros médicos, clínicas y centros de servicios médico-asistenciales. Además, hay que sumar el hecho de contar con más de 40.000 médicos asociados, por lo que se trata de un servicio que no solo va a cubrir en calidad, sino también en cantidad y variedad de soluciones, que es precisamente lo que se requiere al momento de necesitarlos.
Atención y comodidad preferente
Cuando se piensa en un seguro privado de salud, muchas personas consideran que se trataría de un gasto adicional que tendrán que hacer cada mes, y que posiblemente no lleguen a necesitar en ningún momento.
Sin embargo, otras personas lo miran desde la perspectiva más inteligente, y es que cuando llegue el momento, el simple hecho de contar con uno puede marcar la diferencia entre garantizar atención y comodidad, o no tener ninguna de las dos cosas.
La atención, en calidad y rapidez, se evidencia en situaciones o servicios que van desde las ambulancias hasta la rapidez con la que se procesarán pruebas de laboratorios clínicos o se emitirán diagnósticos, lo que resultará vital para cualquier tipo de intervención o tratamiento posterior, más que nada en términos de tiempo.
La comodidad se entiende desde el punto de vista del acceso a habitaciones individuales y privadas en las mejores clínicas o centros médicos, en poder acceder a citas médicas sin necesidad de hacer esperas o requerir de espacios en agendas de facultativos, al tiempo que también se entiende en la posibilidad de tener siempre la compañía de los familiares, garantía de servicios de primer nivel, acceso a medicación -en la mayoría de los casos-, lo que además de comodidad, podría llamarse tranquilidad.
El valor de las segundas opiniones
Una de las cuestiones de las que poco se habla cuando se trata de seguros privados de salud, pero que es fundamental en el tratamiento de patologías complejas, es el tema asociado a las segundas opiniones.
Tener una segunda opinión puede ser, incluso, la diferencia entre una recuperación y buena salud, o lo opuesto, pero que cuando no se tienen servicios de seguros de salud resultan más complejos de hacer, por términos de costes, de acceso a juntas médicas o interconsultas, y que con un seguro privado de salud formará parte del servicio.
Cobertura familiar
La salud es también previsión. Y la previsión es mucho mejor cuando incluye a los seres queridos. Un seguro privado de salud ofrece garantías, comodidades y servicios que rara vez se conseguirán con una atención normal en clínicas o acudiendo al sistema de salud público.
Lo mejor de eso es que en la gran mayoría de los proveedores de estas pólizas de seguros de salud, los beneficios pueden ser compartidos con los familiares, incluso sin tener que pagar cantidades adicionales de dinero, por lo que una persona estará segura de que su pareja, sus hijos, sus padres, abuelos, nietos, entre otros que la situación requiera, puedan beneficiarse de las ventajas aquí expuestas.
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