Nos adentramos en la imponente sierra de Ézaro para hablar sobre uno de los tesoros naturales de Galicia: el Monte Pindo. Conocido popularmente como el “Olimpo Celta”, esta montaña de 627 metros de altura es considerada una de las energías más poderosas e importantes del territorio gallego.
Su nombre proviene de la palabra «Pi», que significa “piedra” en la lengua celta, y “Indo”, que significa “negro”. Esta denominación hace referencia al color oscuro de las rocas que conforman la cumbre de este macizo, donde se dice que se esconden historias legendarias.
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Entrelazando historia y mitología
Los antiguos celtas de la zona creían que el Monte Pindo era una montaña sagrada, relacionada con sus dioses, y que la cumbre era el asentamiento de una diosa que les proporcionaba sabiduría y protección. La leyenda cuenta que, si en noche de San Juan el visitante aguza bien el oído, se pueden sentir los susurros de las hadas y espíritus celtas que habitan allí.
También en la época de la Inquisición, en el siglo XV, se dice que el Monte Pindo fue lugar de refugio para los brujos y aquellos que fueron acusados de herejía. Es por ello que, hasta el día de hoy, se pueden encontrar restos de rituales mágicos en las rocas de la cima del Monte.
En la actualidad, el Monte Pindo sigue siendo un lugar de especial importancia para la cultura gallega, ya que se celebra una romería el 25 de julio en su cima, en honor al apóstol Santiago. Se dice que esta celebración tiene lugar desde la época de los romanos y que, por su gran carácter religioso, es un importante punto de encuentro para los peregrinos que realizan el Camino de Santiago.
Hiking, trekking y más
Pero no solo los amantes de la mitología y la cultura encuentran motivos para visitar el Monte Pindo, sino que los amantes de la naturaleza también encontrarán en este lugar un auténtico tesoro.
El Monte Pindo ofrece diversas rutas de senderismo para disfrutar de sus paisajes, como la ruta de «Os Fornos» o la del «Castro de O Prado». Además, la cima del Monte es un lugar privilegiado para observar el Océano Atlántico y sus playas.
Otro de los planes para las personas más aventureras, es la vía ferrata de Ézaro, a solo unos minutos a pie del Monte Pindo. Una ruta que sin duda pondrá a prueba el valor y la resistencia de cualquier persona.
También en las cercanías se encuentra la cascada de Ézaro, única en Europa que desemboca directamente en el mar. Un espectáculo natural digno de admirar.
En la cima del Monte Pindo crecen diversas plantas y flores que merece la pena ver, como la lavanda marítima o la Cantueso. Además, se pueden ver animales típicos de la zona, como la cabra montés o el águila real.
En resumen, el Monte Pindo es un lugar místico y cautivador que combina historia, mitología y naturaleza. Un lugar que nos engancha desde el primer momento y que nos regala hermosas vistas, rutas y diversión.
Por eso, al visitar la Sierra de Ézaro, no debemos olvidar incluir en nuestro itinerario un paseo por el Monte Pindo, donde encontraremos belleza, paz y un aura especial que nos hará conectar con la esencia de las leyendas celtas. En definitiva, un plan perfecto para salir del mundo por unas horas y disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza, la historia y la mitología.
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