La inversión inmobiliaria siempre ha estado considerada como una de las grandes opciones en términos económicos, destinando el capital del que disponemos a nuestro propio bienestar. Si bien es cierto que la compra de una casa es algo que todo el mundo se plantea a lo largo de su vida, ¿qué ocurre en el caso de las segundas viviendas? En términos generales, esta operación resulta verdaderamente favorable tanto para nuestros estándares de calidad de vida como para, sorprendentemente, nuestra solvencia. Veamos algunas de las razones que llevan a mucha gente a adquirir una segunda propiedad, sobre todo en regiones como Málaga.
Un lugar en el que descansar de la rutina
Cuando la rutina comienza a agobiarnos y el estrés pasa a ser insostenible, pronto nos invaden unas ganas abrumadoras de huir para desconectar. Bien, con una segunda residencia esto es siempre factible y, en este sentido, te animamos a que la tengas en zonas de playa como lo es Málaga. Lugar en el que empresas de la talla de GeslawBrokers Fuengirola brindan un servicio impecable.
Siempre que lo necesites, podrás escaparte a la Costa del Sol para así dejar de lado el gran caos urbano que existe. Ahora bien, esto es todavía más gratificante cuando llegan las vacaciones. Tanto si viajas en pareja como si lo haces en familia, tener una segunda residencia para el uso turístico es sinónimo de bienestar. Por lo que te animamos a revisar el catálogo de propiedades de la compañía anterior.
Asimismo, hay que tener en cuenta que el hecho de no tener que gastarse ingentes cantidades de dinero en el alquiler vacacional termina suponiendo un ahorro considerable. Si bien es cierto que esto no paga por sí mismo una hipoteca, sí es un buen método para reducir los gastos que año tras año nos vemos obligados a pagar en la época de verano.
Obtén ganancias mensuales
Ahora bien, no todas las segundas residencias están destinadas al uso propio. La rentabilidad de un alquiler anual es considerable, sobre todo en zonas con índices de calidad de vida elevados como lo es Málaga. Si adquieres una propiedad, podrás arrendarla y así cubrir los gastos de la hipoteca con creces; obteniendo ciertas ganancias todos los meses.
La Costa del Sol es un lugar idílico en el que residir. La mayor parte del año hace buen tiempo y la gente autóctona irradia un carácter único y especial. A su vez, Málaga es una ciudad realmente extensa y cuenta con un amplio abanico de recursos de ocio a nuestro alcance. Un lugar en el que todo el mundo puede desarrollar en plenitud su día a día.
Por lo tanto, el precio del alquiler se mantiene elevado todo el año. Lo cual te va a permitir ir recuperando lo gastado paulatinamente, sin que tu cuenta corriente se vea afectada en lo más mínimo. Primera prueba de que comprar una segunda residencia es bueno para la solvencia financiera.
Disfruta de una casa que se paga sola en temporada alta
A pesar de lo previamente comentado, la verdadera rentabilidad llega con la temporada alta. Si tomas la decisión de poner la casa en alquiler durante de julio y agosto (incluso junio y septiembre), el pago semanal llega a superar el mensual. Más todavía en una zona tan concurrida como lo es el sur de España durante el verano.
En consecuencia, únicamente con la temporada alta habrás amortizado la hipoteca de todo un año, de hecho es posible hasta obtener ganancias. Lo cual significa que aquello de tener una casa a la que escapar durante la rutina se antoja gratis. ¡Todo son ventajas!
Aunque, si lo que buscas es obtener el máximo capital posible para mejorar tu poder adquisitivo, entonces combina el alquiler anual con el vacacional. Los inquilinos del resto de los meses pagarán cuotas más asequibles; pero, conforme llegue el verano, dejarán la casa para que puedas poner el precio semanal. Una forma ejemplar de sacar un rendimiento incontestable a tu segunda residencia.
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