Un paseo a las Islas Cíes o la de Ons quedará para siempre en el recuerdo

Gracias a las rutas en barco por las Rías Baixas el visitante puede conocer estos archipiélagos que son paraíso natural para la flora y la fauna y donde se pueden visitar playas y acantilados increíbles

Las historias de piratas, de los pescadores que se encontraban con la bravura del mar, de la mitología celta que cubre las tierras de Galicia y con el pensamiento durante cientos de años sobre que allí acababan los confines del mundo conocido, hacen de esta tierra un lugar único.

Además, las Administraciones Públicas han sabido, no solo proteger con celo el suelo gallego y sus maravillas naturales, sino que han conservado la esencia y, sobre todo, han apostado por un turismo de calidad y sostenible. Por tanto, eso ha permitido, por un lado, mantener la idiosincrasia propia de los gallegos y sus costumbres ancestrales y, por otro, que el turista, cuando visita Galicia lo haga con la tranquilidad y la seguridad de estar disfrutando de un producto real y genuino.

El conjunto de las mil caras que tiene que ofrecer Galicia pasa desde lo monumental, a lo folclórico, desde la gastronomía, hasta los deportes en la naturaleza, desde el sol y las playas hasta archipiélagos e islas que son una de las joyas naturales que no todos conocer y que tienen oportunidad de hacerlo gracias a las Rutas por las Rías Baixas que dispondrán toda su excelencia y profesionalidad para que la ruta en barco sea una experiencia inolvidable.

Las Islas Cíes entre playas de fina arena y acantilados 

Ha llegado la hora de buscar un destino, por eso, apostar por un viaje en barco a Islas Cíes puede ser de las mejores decisiones si se está de visita a Galicia y haciendo una ruta por las Rías Baixas. Este archipiélago está formado por tres islas principales: Faro, Monteagudo y San Martiño. Están dentro del Parque Nacional Protegido Marítimo Terrestre Illas Atlánticas de Galicia y la entrada a ese territorio está restringida.

Por todas esas razones, es muy conveniente que se pidan los permisos de acceso que emite la propia Xunta de Galicia y que desde la empresa que llevan los barcos se pueden tramitar y dar acceso a ese paraíso.

Las Islas Cíes son muy apreciadas por sus contrastes paisajísticos. Por un lado, entre las islas de Faro y Monteagudo existe un istmo de tierra que las une formando una de las playas más hermosas del mundo, como la definió hace algunos años la prestigiosa prensa inglesa. Concretamente se hace referencia a la isla de Rodes o Figueras. La arena blanca, frente a un océano, el Atlántico, que confiere una brisa especial y un ecosistema único, se contrapone con los escarpados acantilados que a pocos cientos de metros coronan Faro. Tajos de rocas y arena que llegan a alcanzar los 150 metros y que sirven de atalaya para ver atardeceres de ensueño y únicos en todo el orbe terrestre.

La magia y la energía que desprenden las Islas Cíes quedarán impregnadas en el viajero que sabrá aprovechar, en todo caso, las bondades naturales que le ofrece este rincón de la Galicia más auténtica.

Ruinas de monasterios y fábricas de salazones

A pesar de que ahora las Cíes no están habitadas, tiempo atrás hubo monasterios e incluso fábricas de salazones. Ruinas que han dejado patente una huella entre la mística y el comercio, entre lo divino y lo humano. Un paisaje que atrae al turista, que lo hace reflexionar y que lo lleva a revivir toda la esencia de un pasado y un presente que dan muestra clara de la importancia de este enclave marítimo.

Ons, la isla habitada en la que se puede pernoctar

Otra de las joyas del Parque Natural Marítimo-Terrestre de las Illas Atlánticas de Galicia es la isla de Ons. Se trata pues de una ínsula central, Ons, que da nombre a una serie de islotes que la rodean haciendo de centinelas del tiempo y de guardianas de una historia y un patrimonio natural de primer orden.

Llegar en barco Isla Ons también es un placer para los viajeros que están pasando unos días por las Rías Baixas. Ya sea desde el puerto de Sanxenxo o el Portonovo se podrán surcar los pocos kilómetros que separan la costa continental de estas pequeñas islas.

Por su parte, en Ons sí que existe población permanente. Es así desde tiempo inmemorial. Eso hace que hayan proliferado negocios de hospedería y también gastronómicos, por los que poder degustar una cocina tradicional gallega junto a unas noches disfrutando de un entorno natural único, aquí es más que posible. Se trata, siempre, de conseguir el mejor relax en sus playas y en sus múltiples rutas que atraviesan la isla en todos sus puntos cardinales.

Un entorno natural único

Al ser una isla, se han conservado con mucha facilidad muchas especies endémicas de plantas. Pero también es un lugar de anidamiento de aves que, año tras año, eligen la isla de Ons y sus islotes aledaños para criar a sus poyelos. Eso confiere, aún más, unas características especiales a la isla y la hace más atractiva, si cabe, para los amantes de la naturaleza.

También su historia se entrelaza entre la realidad y la leyenda, se dice que Ons fue, hace años, refugio para los piratas. Por eso, una estancia en esta zona de la geografía marítima gallega no solo reportará una aventura inolvidable, sino que también servirá para ser depositario de historia y cuentos que se quedarán para el recuerdo infinito de los viajeros.

En todo caso, las visitas a las Islas Cíes o a la de Ons es casi una obligatoriedad. Pero, sin duda, lo que más disfrutará el viajero es de la verdad de una tierra que ofrece autenticidad y que en cualquiera de sus ofertas siempre están firmadas con el sello de la máxima calidad y eso, cuando se viaja por tierras que no se conocen, es mucho de agradecer, ser depositario de lo mejor de un lugar es sentirse, definitivamente, uno más de la familia.

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