El tensiómetro es el aparato médico que se utiliza para llevar un registro de la presión arterial. En el último tiempo, la llegada de nuevos modelos de tensiómetros ha provocado que muchas personas no sepan cómo elegir el adecuado para sus necesidades.
Como bien se decía, el tensiómetro es un aparato que está pensado para medir la presión arterial, o lo que es lo mismo, la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias por las que circula. El valor de la presión arterial es lo que indica que la persona tiene una tensión dentro de lo normal, si tiene hipotensión o tensión baja, o si, por el contrario, tiene hipertensión o tensión elevada, siendo esto último el principal temor y la razón de que los tensiómetros puedan llegar a ser imprescindibles.
Importancia de los tensiómetros
Desde luego, se trata del único aparato con validez clínica para la medición de la presión arterial. O si no, al menos es el más fiable y es un aparato que tranquilamente se puede tener en casa, lo que da todavía mucha más importancia a su compra.
Gracias a los tensiómetros, las personas pueden comprobar en menos de 1 minuto si alguien tiene la presión sanguínea en valores muy elevados, y por ello, prevenir a tiempo enfermedades relacionadas, como pudieran ser los infartos, los accidentes cerebrovasculares y otra serie de enfermedades relacionadas con el sistema cardiovascular.
Si bien en algunos casos será innecesario, o mejor dicho, no siempre se tiene que utilizar un tensiómetro, ya que es posible tener pequeños episodios de tensión más elevada o más baja por situaciones totalmente normales dentro de la vida diaria; sí es cierto que como medida de prevención, toda familia debería al menos tener un buen tensiómetro en casa.
¿Cómo elegir un buen tensiómetro en la actualidad?
En la actualidad, precisamente, hay una gran cantidad de productos dentro del apartado de tensiómetros, y bastará visitar cualquier farmacia, parafarmacia online o hasta tiendas especializadas, para notar que la variedad es tan grande que no hace más que aportar más dudas al momento de la elección.
No obstante, algunos consejos pueden ser determinantes para comprar el adecuado:
- Precisión, ante todo: si bien los profesionales de la salud pudieran apostar por modelos manuales, para la mayoría de las personas se recomiendan los tensiómetros digitales de precisión. Los valores que arrojan siempre son muy fiables, aparte de que son sencillos de utilizar, no así los modelos manuales o convencionales.
- Validación clínica: los tensiómetros que son importados de otras latitudes, como pudiera ser Asia, no necesariamente cuentan con validación clínica. De allí que algunos modelos pudieran no ser recomendados. En todo caso, hay que validar que el tensiómetro cuente con validación clínica, con sello de calidad emitido por alguna sociedad médica, como lo sería en España la Sociedad Española de Hipertensión. Es una forma de asegurarse de la fiabilidad del producto.
- De brazo, siempre que se pueda: actualmente hay tensiómetros de dedo, de brazo y de muñeca. Los de brazo son los más fiables, porque procesan más información, ya que en el brazo el torrente sanguíneo siempre tendrá una presión más fácil de estimar por parte de estos aparatos.
- Elegir por precios y características: el tamaño, una marca que sea recomendada, incluso preguntándole a un profesional médico de confianza. Los precios no tienen por qué llevar una consonancia con la calidad, por lo que no tendría sentido siempre comprar el tensiómetro más costoso del mercado, sino aquel que por su fiabilidad, su diseño, su necesidad de uso y sus avales clínicos, se adapte mejor a lo que cada persona necesite.
Lo que sí queda claro es que llevar un registro de la presión arterial puede ser uno de los mejores hábitos en pro de la salud de las personas. La cantidad de enfermedades que se pueden prevenir o al menos diagnosticar adecuadamente con estos datos es enorme, de allí la utilidad de los tensiómetros.