Poner en marcha un modelo de negocio por nuestra cuenta puede ser una verdadera odisea. Tener una idea y tratar de hacerla realidad es un acto encomiable y repleto de ilusión, sin embargo, es importante estar preparados para las muchas labores administrativas que nos depara un emprendimiento. Por suerte, hoy en día, han surgido nuevas entidades que nos tienden la mano para que todo se resuelva con la máxima solvencia posible. Unos expertos en los que podemos delegar todo tipo de funciones, tal y como es el caso de la obtención del código LEI.
Qué es el código LEI y para qué sirve
Para poder operar en el sector comercial en el que nos hayamos querido especializar, es necesario previamente cumplir con una larga lista de labores burocráticas. Una de ellas es la obtención del código LEI, pero, ¿de qué se trata esto exactamente? Si observamos las estadísticas del identificador de entidad legal, se evidencia las muchas compañías que ya lo tienen. No es para menos, puesto que se trata de un identificador de persona jurídica que se requiere por ley, de cara a operar en los mercados nacionales e internacionales, es decir, es una herramienta para identificar a las empresas a nivel mundial y, como tal, tiene un carácter único, consistente y permanente.
El código LEI tiene siempre 20 caracteres, según el estándar ISO 17442, y está regulado por el RDL 14/2013. En España, se instauró esta normativa internacional en 2018, por lo que muchas empresas tuvieron que obtener el código LEI casi de la noche a la mañana. Esto provocó que surgieran empresas especializadas en solicitar dicho identificador a la GLEIF, actuando así en nombre de las entidades que lo necesitaban. Un recurso clave para acelerar los procesos y no perder tiempo alguno frente a las muchas barreras que suele poner la burocracia al tejido corporativo.
Esta herramienta otorga seguridad a las transacciones financieras, garantizando que el mercado sea lo más transparente posible. En consecuencia, a pesar de que en primera instancia sea una auténtica molestia tener que solicitar dicho código, a la hora de realizar operaciones mercantiles nos otorga toda la tranquilidad que necesitamos, ya que podemos identificar rápidamente a la contraparte de dicha transacción. Así pues, en España, los encargados de su emisión son las oficinas LOU, las cuales han sido autorizadas por la previamente mencionada GLEIF.
Cómo solicitar el código LEI
Como bien venimos comentando, obtener el código LEI puede ser un auténtico motivo de estrés. No obstante, es fundamental hacerlo, ya que solo de este modo pasarás a estar conectado con la base de datos Registro Mercantil y, en consecuencia, podrás operar de forma legal. Con todo lo anterior, nuestro consejo es que busques gestorías especializadas en este tipo de procedimiento administrativo. Porque delegar en manos de expertos el hecho de tener que acudir a la oficina LOU y presentar todos los papeles asociados a esta gestión, es uno de los grandes aciertos que puedes conseguir.
Gracias a las mejores entidades especializadas en este tipo de trámites, todo se puede cumplimentar de manera virtual. Únicamente tendrás que rellenar un formulario en sus respectivas páginas web, aportando todos los datos que soliciten. Acto seguido, se pondrán manos a la obra para tramitar la solicitud, en favor de obtener el código LEI correspondiente lo antes posible. Una gestión que también puede ser de ayuda al tener que renovarlo, algo que se debe llevar a cabo al menos una vez al año.
Perder el tiempo, en el mundo de los negocios, supone también perder dinero. No cometas el error de tratar de asumir todas las cargas asociadas con la puesta en marcha de una empresa por cuenta propia, esto podría agotarte y ser enemigo directo del éxito. En su lugar, estudia quiénes son los mejores agentes especializados en materias como el código LEI. A su lado, encontrarás la mejor respuesta posible para cada función que tengas por delante, estando preparado para operar en los mercados financieros, en un abrir y cerrar de ojos.
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